Poco más tarde de 1880 un rayo de luz ilumina una acción cotidiana. Cuatro mujeres trabajadoras de una fábrica de seda afincada en la zona de Burjasot (Valencia), ven un día al volver de su labor a unas jóvenes casi niñas, trabajando en el cuidado de niños pequeños, sin recibir ninguna formación. Estas cuatro mujeres , se acercan a ellas, y después de su trabajo, se ocupan de darles una educación humana y doctrina cristiana. Desde un principio ejercen sus misión liberadora entre los sectores más necesitados: recogen en sus casas a los niños huérfanos, a los que no tienen escuela y a las niñeras que pasan el día en las calles con peligro de perderse; dan catequesis a niños, jóvenes y adultos; acogen a personas mayores que viven solas, etc En 1881, las cuatro obreras valencianas, mas una maestra que se les ha unido, comienzan un nuevo camino de vida evangélica. Su profunda fe y su sensibilidad ante las esclavitudes de la gente pobre, les llevan a iniciar la vida comunitaria y a ab