¿Quién cuida a quienes pierden la esperanza?¿Quién aporta algo de luz y calor en la tinieblas? ¿Quién da la cara por quienes son olvidados?... Dios nace en Alepo, en medio de la ruinas del odio y la sinrazón, al amparo de la indiferencia de los gobiernos e instituciones, que siguen haciendo "sus cálculos", "sus políticas" a un precio inhumano. Estos días de Navidad, debiéramos encender una vela en nuestras casas en recuerdo de las miles de víctimas que sufren injustamente la guerra, la indiferencia y el olvido de tantos... Y a su lado, otra vela, por quienes permanecen y están. Voluntarios, creyentes de diferentes confesiones, ongs, ... que acompañan, aportan ese valor humanitario tan urgente en la zona. Es tiempo de alentar la esperanza, es tiempo de poner en valor nuestro ser cristianos, e impulsar gestos, acciones que aporten luz y calor allá donde no lo hay. ¿Qué estamos haciendo para hacer el mundo más habitable? ¿Qué hacemos para hacer la vida más fácil?